En un virus informático, podemos distinguir 3 módulos:
Módulo de reproducción
Es el encargado de manejar las rutinas de "parasitación" de entidades ejecutables a fin de que el virus pueda ejecutarse subrepticiamente. Pudiendo, de esta manera, tomar control del sistema e infectar otras entidades permitiendo se traslade de un computador a otro a través de algunos de estos archivos.
Módulo de ataque
Este módulo es optativo. En caso de estar presente es el encargado de manejar las rutinas de daño adicional del virus. Por ejemplo, algunos virus, además de los procesos dañinos que realizan, poseen un módulo de ataque que por ejemplo se activa un determinado día. La activación de este módulo, implica la ejecución de una rutina que implica daños dispares en nuestro computador.
Módulo de defensa
Este módulo, como su nombre indica tiene la misión de proteger al virus. Su presencia en la estructura del virus es optativa, al igual que el módulo de ataque. Sus rutinas apuntan a evitar todo aquello que provoque la eliminación del virus y retardar, en todo lo posible, su detección.
¿Qué hacen los Virus Informáticos?
Los efectos de los virus pueden ser muy molestos para los usuarios ya que la infección de un fichero puede provocar la ralentización del ordenador o la modificación en su comportamiento y funcionamiento, entre otras cosas.
Los objetivos de los virus suelen ser los programas ejecutables (ficheros con extensión EXE. o COM.). Sin embargo, también pueden infectar otros tipos de ficheros, como páginas Web (HTML), documentos de Word (DOC), hojas de cálculo (XLS), etc.
Los virus se pueden clasificar en función de múltiples características y criterios: según su funcionalidad, las técnicas que utilizan para infectar, los tipos de ficheros que infectan, los lugares donde se alojan, el sistema operativo o la plataforma tecnológica que atacan, etc.
Uno de los primeros ejemplares más dañinos de esta categoría fue el virus denominado Jerusalem.
Evolución de los Virus
Los virus no han experimentado una evolución reseñable, ya que hoy en día se siguen creando con el mismo objetivo: infectar ficheros. Mediante la creación de virus, los ciberdelincuentes no obtienen ningún tipo de beneficio económico, que es el principal objetivo que persiguen en la actualidad. De hecho, la tendencia de esta categoría, sobre todo a partir del año 2005 ha sido a la baja, como se puede observar en la siguiente gráfica:
En los primeros años de existencia de los virus, su propagación estaba limitada por el entorno en el que estaban los propios ordenadores: el hecho de que la mayoría no estuvieran conectados en red implicaba que para que un fichero infectado llegara a un nuevo ordenador, éste tenía que llegar físicamente, por lo que la vía habitual de infección era a través de disquetes. De hecho, para que un virus creado en una ciudad infectara ordenadores de la ciudad vecina podía llevar semanas. Sin embargo, la popularización de Internet, permite que puedan llegar de una punta del mundo a otra en apenas unos segundos.
Actualmente y a nivel mundial, el porcentaje del tráfico de Malware que representan los virus es: Adware: 20.26%
¿Cómo protegernos de Virus Informáticos?
A pesar de la tendencia a la baja de este tipo de amenazas, conviene estar alerta y protegidos frente a ellas. Para ello, existen una serie de consejos que mantendrán nuestro equipo mucho más seguro frente a los virus:
- Un programa Antivirus.
- Un programa Cortafuegos.
- Un “poco” de sentido común.
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